La ventana del despacho de Luis Cruz regala una vista muy azul: azul-cielo si miras arriba... y azul-mar si miras al frente, hacia la Cala de los Borrachos. La mañana que pisé por vez primera el despacho del director del CE Ciudad de la Luz, Bigas Luna rodaba allí una escena de su última película. Por la tarde, el despacho volvió a ser el habitual, y Luis me recibió rodeado de los dos elementos que decoran su lugar de trabajo: una mesa de juntas…. y la suya propia, con un ordenador y algunas fotos familiares repartidas por el estante lateral.
Hablamos de “The 1000 Journals Film” , el documental de Andrea Kreuzhage sobre "The 1000 Journals Project", un experimento creativo que comenzó en San Francisco hace ahora 10 años. La escuela, siguiendo la iniciativa de Someguy, se ha convertido en el primer centro docente en España que lidera un experimento similar, de nombre “El cine que sueñas" y de apellido.... todo un universo de creaciones en torno al séptimo arte. Hablamos también de la creatividad, de los alumnos, del talento y de esta industria, que busca transformar a Alicante en una ciudad de cine: una conversación con el hombre que hace ahora un año se decidió a tomar las riendas de esta gran escuela.
LUIS CRUZ, HISTORIA DE UNA ENTREVISTA DE CINE
LUIS CRUZ, HISTORIA DE UNA ENTREVISTA DE CINE
C: El experimento de las 1000 libretas está dedicado a todos aquellos que un día dijeron “Yo no soy creativo”. ¿Cree que la digitalización de la sociedad y el avance de las nuevas tecnologías han mermado nuestra capacidad creativa?
LC: No lo creo. En el ámbito de la producción audiovisual, el desarrollo tecnológico -y por tanto la digitalización-, suponen una importante reducción de costes. Hoy día, cualquier alumno de una escuela de cine puede rodar un corto sin tener que esperar al último curso. Esto antes era impensable, porque el coste era mayor, y el acceso a los medios audiovisuales, menor.
Pienso que el desarrollo tecnológico va en claro beneficio de la creatividad. Hoy día, el cine y la TV se han convertido en el primer medio de expresión: no sólo en el ámbito de la creatividad, sino también como elemento artístico. Al fin y al cabo, la creatividad no es sólo el cine, y lo cierto es que los medios audiovisuales se han convertido en el principal escaparate en el que representar las tendencias creativas y artísticas.
C: El documental de Andrea Kreuzhage “The 1000 Journals Film” muestra, a partir de los testimonios de las personas que participaron en el experimento, que Internet es un mundo con grandes posibilidades... pero también con algunos riesgos.¿Cuál cree que es el papel de la educación al respecto?
LC: A priori, Internet nos ha traído muchas cosas buenas, pero en este momento, la privacidad y la capacidad para discernir qué información es buena y cuál es de baja calidad – o falsa- son aspectos que merecen ser observados con cautela. Como la información aparece toda expuesta a un mismo nivel, si no eres una persona formada, experimentada y con criterio, la Red puede llevarte por caminos erróneos.
LC: Estimular la creatividad de nuestros alumnos es un gran reto. En ese sentido, nos encontramos con dos perfiles de alumnos: los que llegan con un talento innato, y el alumno ordinario, al que hay que estimular. ¿Cómo? A través de la formación; enseñándoles obras maestras del cine para que vean qué cosas se han dicho ya, cómo se han dicho… y si se puede aportar algo más. Al final, se trata de educar y formar a los alumnos a través del conocimiento, para que comprendan que, antes de que llegaran ellos, ya se han hecho muchas cosas. Ese bagaje y esas enseñanzas son las que potenciarán su trabajo en la industria del cine.
LC: El Plan de Estudios busca descubrir y abrir ventanas en todas las áreas del conocimiento audiovisual y cinematográfico. Personalmente no profeso un gran entusiasmo por los planes de estudios en general, y tampoco por el nuestro en particular. Creo que los profesores que encuentras en el camino son los que hacen realidad ese plan de estudios, además del ambiente y las oportunidades que la escuela genera. Esa es la clave que diferencia este Centro de Estudios de otros. Estamos en el epicentro del ámbito de producción audiovisual, y eso nos convierte en una escuela especial. La magia de la docencia pasa por despertar en los alumnos toda esa inquietud; por eso se dice que hay que tener vocación para dedicarse al mundo docente, porque no se trata sólo de transmitir conocimiento, sino de motivar, de ir más allá.
C: El Centro de Estudios tiene acuerdos de intercambio con otras escuelas de cine en San Petersburgo, Universidad de Miami, VGIK, Universidad de Bonn. ¿Tan importante es que los alumnos vean y vivan otras culturas?
LC: Sí, es imprescindible, porque hoy no se entiende el mundo audiovisual sin la internacionalización y la globalización de los equipos de producción. En este primer año de trabajo hemos seleccionado a las que consideramos las mejores escuelas de cine de la Federación Rusa: la de Moscú (VGIK) y la Universidad Estatal de San Petersburgo. Ambas escuelas se remontan a principios del S.XX, fueron creadas en torno a 1918, y son exponentes de un cine que se utilizó como un medio capaz de ser mucho más que ocio: como elemento artístico, y como elemento de propaganda. En EEUU vamos a cerrar convenios con UCLA (Universidad de California Los Ángeles) y con la Universidad de Miami, elegida por su influencia como “capital” del mundo hispanoamericano.
LC: A nivel de costes, la mayoría de esos países de Europa del Este ya están integrados en la UE y en un breve plazo estarán a un nivel muy similar al nuestro. La provincia de Alicante reúne una serie de condiciones extraordinarias para la producción de cine: por sus localizaciones, su clima, por la combinación de mar y montaña o por su incomparable cadena de castillos. Pero, para llegar a ser reconocida como una ciudad del cine, habrá de pasar el tiempo suficiente. Estadísticamente, el 75% de todos los proyectos de las empresas españolas cierran antes del tercer año… Lo que no podemos pretender es que en tres años, -cuatro son los años que lleva ahora la Ciudad de la Luz en marcha-, los estudios estén al mismo nivel de trabajo de grandes referentes del sector, como los estudios de LA, que llevan cien años posicionados. Y aunque las cosas están yendo a una velocidad más lenta de la esperada, lo cierto es el proyecto es de tal magnitud, que necesitará tiempo para abrirse camino y consolidarse. En este sentido, la ciudad de Alicante también tendrá que prepararse para convertirse en una “ciudad de cine”.
C: Sí, porque Alicante no es por tradición una ciudad de cine…
LC: Efectivamente, la ciudad todavía no tiene la suficiente masa crítica necesaria como para motivar un gran movimiento cultural, pero sí tiene el potencial: las oportunidades culturales en Alicante son enormes, y bien gestionadas, acabarán por transformar la fisonomía de esta ciudad incomparable.
C: El cine son historias… pero también es negocio. En España, las salas de cine alternativo cierran por falta de público. ¿Acaso es el momento de apostar por otro tipo de historias, de encontrar el equilibrio necesario entre el cine comercial y el independiente?
LC: Creo que el problema tiene algo que ver con la historia del cine. La industria norteamericana del cine nació así, como una industria, y por tanto no ha tenido que hacer un esfuerzo por convertirse. En Europa y España tenemos que hacer comprender a la gente, -pero sobre todo a la gente del cine- que el cine es en primer término una industria… y en segundo término puede llegar a ser arte. Las dos cosas conllevan mucho trabajo, mucho esfuerzo, creatividad, conocimiento… y naturalmente dinero. El cine no es como la pintura, requiere mucho más que talento, un lienzo, óleo y un pequeño estudio para poderlo llevar a cabo.
C. En todo este entramado, ¿qué papel juega la escuela? ¿Es acaso una cantera del talento, no sólo del cine, sino también de arte dramático y la dirección cinematográfica?
LC: Lo cierto es que no nos hemos configurado como una escuela de talentos, porque los talentos se saben educar a sí mismos. En nuestro país, los ejemplos de Almodóvar y Amenabar muestran que el talento llega donde quiere y muchas veces sin necesidad de pasar por escuelas especializadas. Pero sí que tratamos de ofrecer a nuestros alumnos la formación necesaria para que estén al nivel que la industria requiere. No solamente para que haya una masa crítica de gente profesionalizada en el cine y la TV, sino además para que estén formados en el desarrollo de la industria en la que han de trabajar. Al final, una película es una empresa que nace, se desarrolla y muere en tres meses, y los equipos que trabajan en esa producción cinematográfica tienen que estar desde el primer día al máximo nivel técnico, no hay tiempo para formarse.
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Luis Cruz, en 6 géneros + 1 serie:
-Una peli de terror: “Déjame entrar” de Tomas Alfredson.
-Una comedia: “El Apartamento” de Billy Wilder.
-Un thriller: “Vértigo” de Alfred Hitchcock
-Un documental: “Carrillo, comunista” dirigido por Manuel Martín Cuenca.
-Una peli de aventuras: cualquiera de las películas de la serie de “Indiana Jones”.
-Una serie de TV: “Dr. House”.
Luis Cruz, de película:
-Un director: “Francis Ford Coppola”.
-Un actor: “Cary Grant”.
-El cine que sueña Luis Cruz, en 3 adjetivos: Interesante, bien hecho y rentable.
-El futuro de la industria del cine pasa por: Tener buenos productores, gente formada tanto en la gestión empresarial como en las necesarias sensibilidades y conocimientos artísticos que debe poseer todo profesional de esta industria.
-El estudiante del CE Ciudad de la Luz...
- Tres cualidades: Honestidad, que tengan cosas nuevas que decir y que las digan con honradez.
- Una actitud: Que se sientan muy libres.
- Un defecto a evitar: El nihilismo y la dejación de responsabilidades.
Got it?
Fotografía: Juan Carlos Soler
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